En una casa de pescadores andaluces, la señora Carrar y sus hijos se resguardan del peligro de la guerra. Esta relativa tranquilidad se ve partida en el momento en el que el hermano de la madre, el obrero, llega a la casa para reclamar los fusiles del difunto marido de su hermana, y para convencerla de dejar marchar a sus dos hijos al frente. Conforme la acción avanza, lo hace el conflicto entre ellos y la crudeza de la guerra.